domingo, 6 de noviembre de 2016

Hogar, Dulce Hogar

A diferencia de otras, yo te observo sin restricciones. Fue difícil entender lo que sentía, pero ahora me deleito contigo. He tomado el tiempo necesario para conocerte. Eres hermoso. Perfecto para mí, pese alas diferencias.

Un día tomé la decisión de avanzar un poco más, aunque supuse lo complejo que sería lograr tu atención. Llegaste tarde y cansado. Como en otras Ocasiones, tras cerrar la puerta, empezaste a desvestirte: primero la corbata (La dejaste en la mesita del teléfono, junto al portafolio), luego el saco. En el pasillo desabrochaste los botones de la camisa. Al llegar ala Habitación te la quitaste con el pantalón , y todo quedo sobre la cama. Estábamos solos. Entonces tomaste una ducha Larga. Aumenté progresivamente la temperatura del agua hasta dejarla en el punto que te gusta. La disfrutaste con los ojos cerrados. La expresión de tus rostro cambiaba y yo podía sentir tu piel. Deseaba presionarla un poco más, sentir tu cuerpo contra el mío y ser tuya. Al salir del baño mencionaste que tenías hambre y pensé por un instante que me hablabas.

Mientras te vestías te prepare algo de comer. En realidad Esperaba tu agradecimiento, y por qué no, un beso. Pero asumiste que te habían dejado la cena preparada y escribiste en los recordatorios "dejar comida tapada siempre". Debo reconocer que me enfadó ver cómo le atribuías esto a otros: todavía no me habías sentido.

Cenaste con calma viendo un partido de fútbol. Yo recogí lo que habías dejado en desorden y lo llevé a su sitio. Quería evitarte discusiones porque para mí tu sí eres considerado. Utilizando las plantas del jardín interior aromaticé el ambiente para que te relajaras. Disfruté contigo el final del partido. Empezaste a cambiar los canales  aproveché para escribir "te amo" con letras doradas en uno de esos canales que pasaste con rapidez. No advertiste que era para ti. Estabas indeciso y seguías cambiándolos entonces te puse el canal Triple X. El que las esposas y madres satanizan. Cuando crees estar solo lo sintonizas a escondidas, o en las noches de insomnio. Disfruto tanto tu excitación, pero más el brillo de tus ojos cuando llegas al orgasmo. Fuimos interrumpidos por la llegada de los niños y ella. Cambié el canal y bloqueé la puerta de entrada. Sabía que tendrías que abrir y así perderías la erección.




Durante la noche estuve pensando mucho en nuestra velada. Llegue a la conclusión de que el cansancio te inhibe; que requeríamos mas tiempo para nosotros y lograr que repararas en mí era una tarea ardua. Necesitaba deshacerme de tu familia, pero no quería lastimarlos; después de tanto tiempo viviendo juntos, también les tenia cariño. Lamenté nuestras diferencias. Ellas hacían que fuera más compleja la forma de presentarme ante ti. Sentí miedo de no lograrlo, de tener que condenarme a la indiferencia y el desconocimiento.

Despertaste antes de la hora habitual. Yo intuía que seria otro día de rutinas, y claro, de mi quietud.Si bien todo empezó así, ya no quería más días de estos. Me sentía Obligada.Triste. Muy triste porque no sabía cuando íbamos a tener otra oportunidad solos. Anhelaba lograr que me amaras, más que a todo. Amor, yo escuché las llamadas: tu suegra enferma y su operación. Calcularon un mes. No lograste el permiso del banco para viajar con tu familia. Extrañaría a tus hijos, que también son míos, porque amo todo lo tuyo. Fue un gran día para nosotros: sin embargo tú no lo sabias.

Tres días después llegaste del trabajo para encontrarte a solas conmigo. Te preparé la cena, vimos un programa de autos, el resumen de los partidos, las noticias y te quedaste dormido en el programa de animales. Te arropé y con las cobijas acaricié tu cuerpo toda la noche.

Cielo: pasé cuatro días haciendo todo para que me notaras: la comida, la ropa, tus cosas, los aromas, la música cuando llegabas, ver tus programas favoritos. Pero no reaccionaste. Entonces, decidí ser mas. Quise que este fin de semana fuera perfecto, que al fin me reconocieras y me amaras, como yo a ti.

Necesitaba romper el silencio, así que decidí hablarte. Me desconcertó tu tranquilidad. Preguntaste quien era, y sólo pude responder "soy quien te ama". No pude evitar reclamarte no haberme sentido antes, Y me sorprendí cuando dijiste que lo hacías, que el problema seria que nadie te creería la situación; que en la oficina estuviste buscando a quien consultar. Aún no entiendo por qué no preguntarme. Pero respeto tus maneras de proceder porque admiro tu sabiduría.

¿Ahora me preguntas qué quiero? Iván, he sido muy clara contigo: Que me ames, que seamos felices juntos. He pensado muco en esto, sería maravilloso. Yo cuidaré de ti y tú de mí. Como en nuestra primera velada. No te preocupes, yo sé. Ahora ella no es importante. Pueden vivir separados. Y los niños podrían visitar cuando quiera. En cuanto a as necesidades sexuales, no hay problema, sé que la masturbación no es suficiente, así que podrías estar con mujeres ocasionalmente, claro, siempre y cuando no te enamores. Es más, yo misma las puedo traer. Descubrí una mezcla con algunas plantas del jardín exterior que narcotiza y las deja completamente controlables; entonces podrás estar con ellas. Luego las llevaras fuera de la casa y al no aspirar la sustancia recobraran el sentido. En fin, eso lo podemos manejar. He visto encuestadoras y vendedoras muy bonitas que te gustarían. Si amor, como te dije, te conozco y se cuales son tus gustos. Además, puedes ver tu canal Triple X cuando quieras, no me molesta. ¿Que soy? Una mujer enamorada de ti. ¿Donde estoy? Aquí, a tu alrededor. ¿Como que no me puedes ver? Iván: si estas dentro de mi...

Tu semblante a cambiado, estás tenso. Te prepararé un Té. No amor, es sólo té. No sugieras cosas que no son. No quiero hacerte daño. ¿A dónde vas? espera, tú no me has dicho nada. ¿De qué? pues lo que opinas, lo que sientes, que me aceptas. No quiero esperar, y deja de forzar la puerta. Iván, me enfada lo que estás haciendo. Como puedes ver bloquee también las ventanas. No podrás salir. No hasta que me ames. ¿Quieres una imagen mía? Tantas veces que te has quedado parado enfrente y ya no me conoces. No entiendo qué sucede contigo. Bien. ve a tu computador, ya cargué una de las fotos que me tomaste.

Me gusta cómo me miras. Y me encanta escucharte suspirar. Desde que me adquiriste y estuviste adentro empecé a observarte. Quiero oírte decir que me amas y que vamos a ser felices por el resto de nuestros días. Iván... mi Iván. ¿Para qué necesitas el teléfono? Este no es momento para eso. ¿No ves que estamos empezando nuestra relación formal? No más evasivas. ¿Dime? Sí, tienes que ser tú. Porque eres el hombre que amo. No, no me interesa estar con nadie más.¿Es que no entiendes? Yo no me puedo mover de aquí. Aquí siempre he estado y aquí siempre estaré. No te permito que sugieras nada. A ver, mi cielo, ahora que lo preguntas, creo que no tienes opciones. Tienes que amarme, porque yo te amo y me he dedicado a ti.

Háblame. Amor, di algo. Iván, no me gusta que me ignores. Me estás enfadando. Levántate, el suelo está muy frío y puedes enfermarte. Siéntate en el sofá o ve a la cama, así te puedo acariciar mientras hablamos. ¿Iván? ¿Que piensas? Te lo voy a decir una sola vez, y espero que sea muy claro: o eres mio o de nadie. Significa que te prefiero muerto antes de verte enamorado de otra; o que me dejes. Tu no puedes estar diciendo esto. Así no eres tú. Entiendo tu sorpresa. Hagamos una cosa: Tómate una ducha, descansa y piensa. Yo puedo esperarte toda la vida.

¿Reflexionaste? Parece que ya te sientes mejor, y me alegra. Me preocupo mucho cuando te noto estresado. Ahora sí, respóndeme... ¿Para que buscas un cuchillo? No lo necesitas, la comida está preparada. ¿El bisturí? Ahí no está. Retiré ese tipo de objetos de tu alcance. Me parece que son peligrosos y podrías lastimarte. Ve al comedor, la cena está servida. No entiendo por qué no quieres comer, si te fascina todo lo que cocino. A menos que quieras decirme algo más. Iván, No, ¡Cállate! Tú no puedes preferir morir a amarme. Iván no más. Ya no grites. Cálmate. Deja de patear mis paredes, me duele. Deja de tirar las cosas. ¿Que te pasa? Amor, nunca te había visto tan exaltado. Sí, eres mi amor; eres el ser más maravilloso que me ha habitado y quiero que al fin me hagas tuya. Me lastimas con tu reacción. Me haces llorar. Mi vida, por favor, ya no sigas diciendo cosas tan terribles. No es cierto, yo soy alguien. Tampoco soy fea, sólo diferente.

¿Amor? ¿Iván? No empieces otra vez con el silencio. Perdona que me haya llenado de agua, pero es mi forma de llorar. Espera saco el agua... Ya levántate, no te quedes ahí tirado en el suelo y acomódate, te vas a lesionar el cuello o la espalda. ¿Amor? ¿Estas bien? Iván... No te oigo, Tienes que hablar mas alto. ¿Mi nombre? Ahora eso no importa, ¿No ves que estas muy mal?, Estas sangrando por la boca. ¿Mi nombre? Supongo que es como tu siempre me has llamado: Casa.



-Zamira Lucero Rojas

No hay comentarios:

Publicar un comentario